Te llamas Aria el Negro. Tu madre fue quemada en la hoguera por bruja, y eso te ha supuesto un estigma de por vida; siempre te han considerado un forastero allí donde has estado. Un paria.
Si bien padeciste mucho al principio, supiste crecerte ante la adversidad, cultivaste tus destrezas —tanto físicas como mentales— y terminaste abrazando una profesión tan oscura como tu apodo: asesino. Como tal, vertiste en la ejecución de tus encargos todo el odio y la rabia acumulados durante tanto tiempo de marginación, de desprecio.
Sin embargo, las circunstancias y tus propias tribulaciones van a dotar a tu vida de un doble sentido: por un lado, averiguar la identidad de tu padre, para conocer las razones por las que abandonó a tu madre y/o consumar tu venganza; por el otro, superar la ausencia de Eddora, el único ser al que has amado, la cual también se marchó de tu lado sin aclarar las causas.
El destino ha llamado a tu puerta y solo TÚ, como protagonista de esta aventura, puedes decidir cómo encararlo. Porque de tus elecciones, tus habilidades y la fortuna que dicten los dados dependerá el desenlace de la historia de Aria el Negro.
