Un ensayo personal en dos tiempos sobre las desventuras de una escritora, el anhelo literario y el destino de los libros.
¿Se escribe para contar una historia o para satisfacer un anhelo? ¿Se publica solo por un afán de reconocimiento? Los escritores habitan lugares centrales y precarios en la sociedad a la que en apariencia pertenecen, pero a la vez residen fuera de ella, en «bosques» extensos e invisibles. Esa dualidad no les permite, sin embargo, resolver el problema central: conciliar la realidad y el deseo a través de las palabras. Justo ahí yace, para Gould, el costo de escribir, de querer dedicarse a escribir.
«Los libros fracasan, incluso los libros que parecen nacidos para el éxito. Quizá esa debería ser la lección número uno de las personas que aspiramos a vivir de escribir: los libros fracasan. ¿Cuáles libros? Casi todos. Emily Gould lo aprendió más temprano que tarde.» —Isabel Zapata, en el prólogo
«Todavía no he leído un texto en donde Emily Gould no diga algo que a menudo pensé o sentí, pero que nunca antes articulé o reconocí. Es brillante y audaz.» —Elif Batuman
«El estilo de Gould es poderosamente actual: ella habla, en nuestra cultura a menudo falsa y cursi, de las verdades de la vida de las mujeres.» —Curtis Sittenfeld, en New York Magazine
«No estoy tratando de disuadir a nadie de escribir. Pero sí estoy tratando de desalentar que las personas quieran ser escritor, con mayúsculas, y pensar que eso será todo.» —Emily Gould
La colección Editor explora los procesos, largos e inesperados, que existen antes de que un libro sea abierto por un lector. Memorias y ensayos sobre las grandes ideas que suceden en el backstage literario: creación, traducción, crítica y edición.
